La parte norte de la Península Valdés se presenta habitada por colonias de pingüinos, elefantes marinos, y lobos de un pelo, además de permitir el avistaje de la temida orca, por ello su visita es un imperdible para todo aquél viajero que quiera llenarse de fauna en medio de la atrapante soledad patagónica.
Sí, es un lugar soñado...Además tiene esas aguas azules, tan características, que enmarcan y resaltan el propio blanquinegro de los pingüinos. Yo disfruté mucho este viaje, también lo recomiendo...presencié, entonces, como una orca atrapaba a un "lobito marino" para el desayuno...(lloré todo el día), pero las reglas de esta naturaleza son así...aunque presenciarlas, en todo su esplendor, golpea fuerte!
ResponderEliminarAbrazooo, Rodo.
Claro Patricia que ciertas reglas de naturaleza pegan fuerte y hasta a veces nos perturban, pero te imaginás si alguna vez las orcas se ponen a observar nuestros comportamientos "naturales", se suicidan en masa.
ResponderEliminarCoincido que todo lo que uno pueda adjetivar sobre Patagonia siempre resulta escueto, escaso, fragmentado, parcial, hay sensaciones inadjetivables.
Gracias por sumarte al viaje.
Abrazo!!