Después de recorrer durante horas las toneladas de óxido que se diluyen al compás del viento en los playones del Ferrocarril Patagónico, le tocó el turno a otros gigantes, gigantes de los mares, que hoy yacen en la costa rendidos al tiempo y casualmente al óxido como denominador común. El Valentín, el Mar del Plata, el Tenor B.Gigli, el Antártica y el Osvaldo R, forman parte de este cementerio resistido por los pobladores con el pretexto que son un montón de chatarra que afea el paisaje.
El Valentín es gemelo del Don Félix hundido a drede frente al Balneario Las Grutas para generar un parque submarino que promocione el buceo.
Caminar entre ellos en bajamar es sorprendente ya que algunos alcanzan los 8 metros de altura y su equilibrio parece tan inestable que sortearlos provoca una leve inquietud.
Dejo tranquilos a los gigantes que imagino dormidos para seguir recorriendo el camino costero que alguna vez fue parte del trazado ferroviario portuario, de ahí la presencia de construcciones típicas de los trenes del sud.
El Valentín es gemelo del Don Félix hundido a drede frente al Balneario Las Grutas para generar un parque submarino que promocione el buceo.
Caminar entre ellos en bajamar es sorprendente ya que algunos alcanzan los 8 metros de altura y su equilibrio parece tan inestable que sortearlos provoca una leve inquietud.
Dejo tranquilos a los gigantes que imagino dormidos para seguir recorriendo el camino costero que alguna vez fue parte del trazado ferroviario portuario, de ahí la presencia de construcciones típicas de los trenes del sud.
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