La mañana de mi penúltimo día patagónico se presentó fría y despejada, combinación ideal para emprender un largo viaje de más de 400km por las entrañas del norte neuquino. En la aventura participa Carlos Alonso, conocedor como pocos de la zona, dueño de tierras de veranadas y un amigo, este territorio vale acotar no es para andar de a uno, sobre todo de Varvarco hacia el norte, en donde casi no se registra rastro humano alguno. La ruta provincial 43, con su pavimento maltrecho nos conduce hasta Andacollo, villa de comarca andina, rodeada de montañas y último bastión para aprovisionarse de objetos antes de encarar una de las geografías menos conocidas de nuestra Argentina. Huinganco allá abajo, pueblo minero de esplendoroso pasado y Las Ovejas son dos asentamientos de reducidas dimensiones antes del desvío por la provincial 45 que nos conducirá hasta las lagunas de Epuauquen (dos lagunas), en referencia a las denominadas Superior e Inferior aunque el conjunto congrega un total cinco, tres de ellas de difícil acceso. La 45 nos permite observar mientras bordea el río Nahueve el paso de una vegetación de árida estepa hacia una exhuberante floresta de bosque andino-patagónico. Llegando al espejo de la Superior luce el roble pellín, junto a la lenga y el ñire, los famosos árboles que se tornan naranja profundo en otoño, brindando un espectáculo natural de magnificencia, desgraciadamente el viento agita mucho el agua y no permite ver el efecto espejo que luciría si la laguna estuviese planchada. Puentecitos de madera, una mamá cauquén en plena tarea de enseñanza, el territorio donde se libró la última batalla por la independencia nacional, la piedra que está y no se sabe por qué está, el Buraleo apareándose con el Nahueve, y una veranada de vacunos completan un recorrido intenso y difícil de asimilar por la cantidad de imágenes y protagonistas que aparecen tras cada curva.
Volvemos a la 43, aparece el ahora sí último pueblo consolidado del norte, Varvarco, luego el paisaje será nuestra única compañía durante horas, largas y maravillosas horas.
Volvemos a la 43, aparece el ahora sí último pueblo consolidado del norte, Varvarco, luego el paisaje será nuestra única compañía durante horas, largas y maravillosas horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario