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domingo, 21 de abril de 2013

Gracias a Juan en la Ruta de la Muerte, Fidel y el Tío Rico. Descubriendo al Cabo Blanco, Santa Cruz, Argentina

La cena estuvo muy buena debido a la combinación de una harta dosis de hambre con la calidez del restaurante en contraste con la lluvia que no paraba de golpear contra los amplios ventanales. Serian mas o menos las 2 AM cuando me aproximo a la barra para abonar la cuenta e intercambio las primeras palabras distendidas con el encargado que resultó ser un cubano licenciado en arte que desertó de su país, fue engañado por quién le había prometido trabajo en Buenos Aires y recaló por fin en este confín del mundo, verdadero imán para las almas vagabundas. Entre una charla sustanciosa y florida que abarcó temas como la  libertad, el estado, las mentiras del poder, la alegoría de la caverna de Platón, Kandinsky, Mondrián,las mujeres cubanas y argentinas, el Che y Fidel, la Habana Vieja, el concepto de museo, bueno entre esa charla y la media botella de single malt que me engullí se hicieron mas de las cuatro, y cargaba un estado de excitación propia (1) de lo vivido que podía derivar en un sueño que me devolviera al consciente a las cinco de la tarde arruinándome por completo los planes ya que contaba con solo la sexta jornada para intentar llegar al Cabo Blanco.
Me puse a escribir, no dormí y a las siete estaba en el bar devorando todo el café que pudiera tolerar, había dejado de llover pero el piso de grava del estacionamiento contenía cientos de charcos recientes que traducidos significaban una pésima señal para la aventura que quería emprender.
Pasadas las ocho parto para la agencia de viajes Cistur, la única que estaría en condiciones de trasladarme al Cabo ya que cuanta con vehículos 4x4 indispensables para encarar la RP93, consabido tramo de ruta que se torna intransitable cuando se moja. Paso por turismo compro medio de camote, un magiclick, una planchita de ojalillos y un frasquito de loción contra caídas y torceduras, objetos que sí poseen ya que material e información no les quedaban en ese momento, sigo hasta la agencia, me atiende un caballero, le explico el servicio que quiero contratar, me mira, me sigue mirando, hace que piensa y me responde mayúscula más, punto y seguido menos que si yo creía que el iba a arruinar un vehículo para transportarme hasta el Cabo después de una semana de lluvia, lo miro, lo sigo mirando y le contesto que para eso montó una empresa de viajes, para hacer viajar a la gente y que para eso cuenta con los vehículos adecuados, y que si era por un factor económico no había problemas, a ver de cuanto hablamos dos mil, tres mil, no hay problemas, de repente los ojos le brillaron, la lluvia nunca existió, el sol reinó y reina sobre la meseta desde 1865, bueno déjeme ver, voy a llamar a prefectura, pase cerca del mediodía, creo que lo vamos a hacer, y sí como vos dijiste para eso estamos, para servir al turista. Que jugador el tipo, la vocación de servicio, el amor al terruño ante cualquier otra contingencia!. Hasta la tarde Amigo...
Game out, ni habiéndome tomado toda la botella de malt le iba a pagar semejante cifra por el viaje, y menos ateniéndome a su mercantil actitud, será en otra ocasión, haré los museos que no hice en el 2009, fotografiaré barcos, comeré pulpitos y seguiré pal norte.
Mi fe es similar a mi habilidad para el nado sincronizado o el canto lírico, así que no tenía chance alguna que el arriba retratado se interesara por mi mínimo problema, de todas maneras hice una pequeña petición con el debido respeto y me quedé un tiempo observando lo real de esa talla, la luz, la sombra, el fondo y el silencio absoluto que reinaba en la iglesia. Salgo y recuerdo haber pasado por una remisería camino a Cis, bueno por ahí llegamos hasta un punto próximo y sigo caminando, por ahí no llueve y el sol seca los charcos pensé.
-Buenas, pregunto, total el no ya está puesto, no habrá alguien que me pueda llevar hasta el Cabo Blanco, teniendo en cuenta la lluvia y el estado de la 93
-Nooo, la ruta se pone mala, la 14 está buena, pero desde el cruce son como treinta y pico mas y en seguida empiezan las lomas y ahí se pone muy pero muy mala
-Vengo de tan lejos sabe, que macana
-A ver, espere, che Juan vení
-Acá el hombre quiere llegar al Cabo, pero viste como se pone el camino después del desvío
-Conozco, si,........................................................................... (silencio eterno), sí creo que podemos llegar.
Juan es Boliviano, conductor de camiones por los caminos de la Puna y ha domado varias veces al Camino de la Muerte entre Coroico y La Paz.

http://www.youtube.com/watch?v=sPbEkGKDM8E

Para Juan, el camino tiene riesgos, pero no es nada comparable con lo que acaban de ver. Salimos pasamos por Tellier, entramos a la tierra de la RP14, camino con varias estancias que mantienen en condiciones la traza, doblamos por la temida 93, hacemos la mitad de su recorrido unos 15 kilómetros y cuando faltan otros tantos y ya salidos de la zona de estancias el suelo se torna vidrio enjabonado, no hay charcos, pero el auto, un Corsa básico, comienza a danzar a lo Baríshnikov, de un lado al otro, con el inminente riesgo de terminar de punta en la cuneta, o enterrados hasta la puerta si el auto tracciona demasiado.
Fin de nuestros servicios. (pensé y lo dije)
Juan es Boliviano, condujo camiones por la ruta mas peligrosa del mundo y por sus sangre corre el orgullo de soportar la ignominia de quinientos años de menosprecio. Hacemos esos trece kilómetros, hacemos dijo el mosquito, conduce esos trece kilómetros en una hora, a no mas de cinco km/h, corrigiendo la trayectoria con movimientos ínfimos y precisos, sobre todo al sortear las subidas y bajadas en donde la potencia requerida puede hacer que nos quedáramos varados. Precisamente desde lo alto de una de esas subidas apareció la monumental figura del Faro, obra maestra de ingeniería
Cerca del mediodía llegamos, el sol y el viento jugaban a favor que secara el camino, subo los cien peldaños hasta la cumbre de la gran roca y el paisaje que se aprecia es descomunalmente bello, jaqueado un poco por el viento, exagerado, brutal pero bienvenido en esta ocasión.

Bajo, un perrito se me unió al paseo, Juan limpia las cubiertas que habían desaparecido bajo una gruesa capa de barro.
El turquesa que por arte de magia se convierte en azul, los marrones, el sonido del oleaje, y el perro malo que atemoriza a los niños pingüino completan el paisaje
Pasada la una emprendemos la vuelta, y el camino no nos ofrece resistencia, como sucedió con la vuelta del Armour en Punta Beagle.
Para otra vez quedará Mazarredo, caserío abandonado situado kilómetros adentro desviando hacia la derecha, tomamos la 14 hacia la izquierda rumbo al asfalto de la nacional 281, Tellier y Deseado al final
Habrá sido suerte, habrán influido los años en el camino, habré sido bendecido por una ayudita del quetejedi, lo seguro que lo imposible se resolvió gracias a la muñeca conductiva de Juan, es tuya Juan, reclamala Juan, que es tuya. Gracias y reafirmo los votos de seguir desconfiando de los poderosos, de las luces de neón y confiando en los imposibles.

(1) excitación propia // vulgarismo utilizado en Sudamérica para describir un estado físico mental que según el catedrático de Oxford Doctor Cido Ponannperuma se traduce en el término médico, completamente en pedo. Thanks.

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